domingo, 20 de diciembre de 2009

El alfil loco (I)

Seguro que en alguna rápida acabaste con un alfil solitario, que te impedía salvar tu posición perdida con un oportuno ahogado. Seguro que tu rival aprovechó para gastarte alguna broma hijaputa, haciendo que se comía el alfil loco. En fin, seguramente no sabías que, mucho tiempo antes, Kasparian había solucionado tu problema en dos estudios, en los que el bando fuerte no puede rechazar a alfiles pegajosos como caramelos podridos:


Te subo la posición del segundo estudio, por si te animas a resolverlo:

G. Kasparian, Sakhmati v SSSR 1938 (JUEGAN BLANCAS)

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